sábado, 20 de octubre de 2012

Noticia del Acoso escolar



Los significados del acoso escolar


Actitudes; El acosador utiliza su fuerza como mecanismo de defensa.
                                                                        
 El acoso escolar o “bullying” no es cuestión de una generación, escuela o colegio. “Es un problema mundial que ha sido observado y analizado en todos los países y sistemas educativos formales”, afirma Allan Beane en “Bullying: aulas libres de acoso” (Grao, 2006).

Supone un deterioro en la convivencia y puede observarse desde los niveles iniciales de escolaridad, expresan Luz Marina Cortázar, psicóloga clínica y terapeuta familiar y de pareja, y Roxana González, psicóloga clínica infatil-juvenil.
A diferencia de otras formas de intimidación, indica Cortázar, se manifiesta entre pares (jóvenes o niños de la misma edad) y conlleva maltrato físico, psicológico, emocional o verbal por parte del acosador.
Para evitar su extensión, se requiere de la intervención oportuna de los tutores, tanto dentro como fuera del ambiente escolar.



Más que apuntar al malo del aula o implantar un código de supervivencia, este fenómeno social envía un mensaje de ayuda por parte de su ejecutor.
“Este niño o joven se vale de la fuerza como mecanismo de defensa, muchas veces, por sentirse inseguro, incomprendido o vulnerable”, explica Cortázar.
Comenta que sus actitudes pueden indicar que tiene dificultades en su hogar. Además, dice: “Su comportamiento muestra un mal manejo, a nivel cognitivo, de la forma de socializar y se debe mayormente a que no se le ha enseñado límites o reglas de convivencia claras”.
Por su parte, Beane aclara que en estos casos la intervención adulta es necesaria, pues estos jóvenes o niños no están preparados para resolver la situación por sí solos.  Expresa que no reporta beneficios a ninguno de sus actores y que cada día entorpece más el desarrollo íntegro de las personas. 

¿CÓMO Y DÓNDE SE DESARROLLA?
Allan Beane indica que este hostigamiento es común en zonas escolares en las que la supervisión es escasa o nula, como los patios de recreo, pasillos, comedor o lavabos.
Según el especialista estadounidense, suele alcanzar su máxima intensidad en los últimos cursos de primaria y los primeros de secundaria, y desciende durante los últimos cursos de secundaria.
Sin embargo, indica, sus efectos pueden perdurar toda la vida.  

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